jueves, 21 de enero de 2016

Las despedidas

Las despedidas nunca son bonitas, a no ser que a la persona que se vaya la odies muchísimo, claro. Las despedidas pueden ser para siempre, o pueden ser como un "hasta luego". Hay despedidas que son por trabajo, otras por vacaciones, pero las más dolorosas son las de "por muerte".

Cuando se pierde a un ser querido, la gente suele llamarte o visitarte para ver cómo estás o para darte "su pésame". A mí, personalmente, eso me parece una idiotez. ¿Por qué? Porque hay veces que viene gente, que tu conoces, a darte el "pésame" y resulta que son primos segundos de tu tía segunda, la de Cuenca. Vamos, gente que solo la has oído nombrar cuando tu abuela se pone a contar historias del pueblo. Y segundo, que te pregunten "ay, ¿cómo estás cariño?", no sé, creo yo que es un poco obvio. Yo pienso que si pierdes a alguien a quien quieres mucho, no estás súper feliz de la vida, más bien lo contrario. Sí, hay gente (como yo) que entramos en shock y no reaccionamos y parecemos felices, pero no lo estamos.

En parte, creo que es peor, cuando muere alguien cercano a ti, entrar en shock y no reaccionar y no llorar, que llorar como si no hubiera fin al enterarte. Simplemente, la gente que entra en shock, la mayoría, luego caen en depresión. La depresión es una enfermedad mental, que no quiere decir que estás loc@, que aparece cuando una persona sufre una o varias pérdidas cercanas en poco tiempo, las cuales causan un dolor apenas irreparable.

Así pues, las despedidas no son bonitas, como decía al principio. Aunque tengas que despedirte de tu mejor amiga porque se va dos semanas a Francia de viaje, por ejemplo, siempre vas a estar echándola de menos y solo deseas que llegue el día en el que ella vuelva.

En definitiva, espero que no tengáis muchas despedidas este 2016, y si vuestra mejor amiga se va de viaje, iros con ella.

Bye bye!!

2 comentarios:

  1. Todo tiene su proceso y su expresión, lo importante es avanzar.

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